TIGRE Y ROBOT.



Félix Bargados Diaz

TIGRE Y ROBOT
Hoy en día, ya salta a la vista de cualquier ceguera psicológica que, el
karate tradicional, siendo muy educativo resulta un tanto robótico; y por tanto, lo suyo es reconocer su escasa naturalidad.
A partir de esta constatación, cabe alguna pregunta relacionada:
¿acaso la naturaleza procede con moldes robóticos?
¿Sería correcto jugar a un deporte situacional como lo puede ser el fútbol o el baloncesto con estereotipos rígidos que paran en seco para que la mente y el ojo puedan capturar mejor la imagen?
¿Sería correcto proceder así en combate?
Lo cierto es que sobran las respuestas; porque son preguntas retóricas que lanzo como pretexto para transmitirte que, aunque los esquemas geométricos tradicionales (técnicas) se pueden aprender sin ningún perjuicio para el estudiante; muy pronto conviene difuminarlos de la rígida geometría, para desdibujar el robotismo que nos hemos impuesto, y transformarnos en un “tigre” con cualidades neumáticas y adaptables como el agua.
Pasar del robot al tigre.
Adaptarse como un felino que juguetea, y fluir con el oponente cambiante, propio del TEGUMI (del karate PERDIDO). Y, regulado por una especie de memoria flexible interna que se ha aprendido del robot (del karate tradicional).
Caso contrario…
llegaría el momento en que el esquema geométrico que en un principio lo explicaba todo, es el esquema geométrico que ya no explica nada.
Te lo demostraré en un video ¡¡¡MUY INTERESANTE!!!
En breve.