Artículo VIAJE AL PODER DEL TAI-CHI.

VIAJE AL PODER 
DEL TAI-CHI
FELIX BARGADOS

     UNA EXPLICACIÓN SENCILLA Y PRACTICA DEL CHI

 “Lo esencial es invisible a la vista…y al oído”

Y quizá a causa de este típico tópico, y en relación al escurridizo CHI, una vez me preguntaron, aunque sin éxito: ¿pero ciertamente crees todas esas bobadas sobre el PODER DEL CHI ? A lo que, haciendo gala de mi aprecio a que no hay mayor regalo que lo que se tiene, y pensando en paralelo que, nada más necio, por mi parte, que una sabiduría a destiempo; contesté con retozo divertido, aunque, en cierto donaire de legítima defensa propia:

¡¡¡Por supuesto que no!!!
 Las afirmaciones que no pueden probarse no se creen,
las aseveraciones sensibles a la refutación son verdaderamente inútiles,  y los “negativos” (tipo: Dios no existe) no se prueban, es una lógica.

No me agrada abusar de la defensa personal contra algo tan pituso, pero siempre tengo presente que no hay más ventura ni desventura que la prudencia e imprudencia, y qué menos prudencia que la de no despertar a los incrédulos, que graciosamente “tiran a dar”. Pero aún menos a ciertos susodichos que mezclando “churras con merinas”, tratan de atrapar con el oído y la razón, lo que es pura y llana sensación del cuerpo. Lo mejor sería no mezclar nada y disfrutar de cada cosa por separado.
Y esto viene a que, modestia aparte, creo saber muy bien lo que es el CHI mientras no me pregunten, cuando me lo preguntan se me hace cuesta arriba.
En cuanto a lo anteriormente dicho, a usted puedo explicarle, humildemente, algo sobre el tema, porque el hecho de acercarse por estos lares a cosechar con todo respeto un secreto marcial, demuestra verdadero interés y el talento elevado de un espíritu libre y seguramente extraordinario. No obstante, compartir una sensación a golpes de palabras y tratar de entenderla a fuerza de oído, es como tratar de amansar las turbulentas olas del mar, con el sencillo movimiento de una mano.
Pero como lejos de doblegarme ante los retos insuperables, más bien me agiganto… por eso me inclino a soltarme de la lengua.

Denominamos CHI a uno de los dominios más extraños del mundo. El CHI es un principio metafísico que conforma todo un conjunto de sutiles sensaciones, naturales, de presencia netamente tan intangible como sensible; la mayoría de las veces atrapadas o inhibidas bajo el conjunto de prejuicios y bloqueos procedentes del pensamiento racional y que se agudizan por el papel estelar en boicoteos, del común “alma detestable”, que Freud denominó el EGO.

Para romper el hielo y a juzgar por mis investigaciones, primero me gustaría señalar que, parece ser que por el cuerpo circula gran cantidad de energía bioeléctrica que se acumula y redistribuye por todo el cuerpo:

La energía eléctrica del roce-fricción de los órganos internos, de la sangre y los humores al circular.

La energía del aire al pasar por las fosas nasales, se transforma en electricidad al rozar con las pilosidades.

La energía o radiación solar cósmica y la energía telúrica que penetra por los pies, se transforma rápidamente en eléctrica.

La energía que a nivel celular, crea los mecanismos de la bomba sodio-potasio.

Toda esta energía, fluye ordenada por unas zonas de mayor conductividad, denominadas meridianos.

Y como explicar, es explicar por las causas, se puede decir que el CHI o energía interna es la suma de dos causas bien conocidas y demostradas,  a la que añadiré, si cabe, una más que las une:

 La primera, los INCONSCIENTES PROCESOS eléctricos del cuerpo que acabo de mencionarLa segunda y en un terreno más material, el EFECTO CONSCIENTE de la Energía Gravitacional que el artista marcial aprende a  manejar con éxito.
Y todo esto unido a la poderosa Intención Mental,  que en sinergia, puede emerger en una manifestación física o psíquica que denominamos CHI.

Este es el momento, en el que si disculpa mi audaciaVoy a llevarle de la mano, a un nuevo escenario, en una búsqueda clara y metódica sobre poder de la intención o CHI mental ¡¡¡ y a localizar su existencia!!!
Cualquiera menos lego de lo habitual, a primera vista diría que el origen de este poder mental que aludimos, radica en el sistema nervioso autónomo. Pidamos entonces ayuda a un cirujano que nos lo muestre. Él seguramente nos dirá que quien dirige al sistema nervioso es el cerebro.
Que esgrima el bisturí y que nos lo muestre es lo suyo. Entonces veremos los tejidos del cerebro y olfatearemos el estrepitoso fracaso de no poder localizar el origen del PODER DEL CHI. Pero hay más, en los tejidos cerebrales hay células. Bajando un peldaño más, cojamos el microscopio e indaguemos en las células. Dentro de ellas están los átomos. Veamos dentro del átomo :  ¡¡¡Asombroso!!!  ¡¡¡Mas del 99% del átomo no es nada físico. Es invisible, es energía electromagnética!!!
Es CHI.  Pero esa sorpresa inicial, debe dejar paso a una explicación.
Recurramos entonces a la ciencia más moderna. El nuevo paradigma de la física cuántica, ha desarrollado una visión muy particular del mundo real. Y aunque sea un terreno resbaladizo, me arriesgaré a ser tachado de esotérico:

 LA MATERIA está vacía de la materia que entendemos como tal. Y en realidad es simplemente una forma muy condensada de energía vibrando a ritmo muy lento.
EL PENSAMIENTO se encuentra en el otro extremo del espectro, y es la misma energía que la material, pero mas fluida y vibrando a la velocidad de la luz.
Así que por debajo de lo que vemos, gracias a la física cuántica, sabemos que todo es energía.
Y además, si el pensamiento y la materia son la misma energía, uno puede influir a lo otro.
Aun admitiendo que tenemos la ilusión de estar separados del mundo, nos vemos obligados a conceder importancia a los pensamientos, que ocupan en realidad un CAMPO ELECTROMAGNÉTICO MENTAL que vibra edificante, rodeando nuestro cuerpo, y que se encuentra unido energéticamente al mundo circundante.
Llevando la contraria a todo el que dice que no se puede, hemos llegado por fin, a explicar el CHI y el poder de la intención mental con ayuda de un cirujano, un microscopio, la física cuántica y la lógica.

Más allá del terreno que nos ha traído, debo completar mencionando que, esta energía circulante tiene dos particularidades:
Una,  que   no   es   mesurable,  ni   tiene   por   tanto,  el potencial equivalente al trabajo  realizado.
Dos, que obedece a la voluntad.   Fortaleciendo la intención desde la visualización apropiada. Es así que el Tai-chi-chuan se ha revelado como un excelente método para reforzar nuestro CHI a través de visualizaciones apropiadas durante la práctica de Formas, Ejercicios o Empujes de manos.

Todo lo dicho no es motivo para obviar que el CHI que guía la mente es de naturaleza invisible y abstracta, pero lo cierto es que aún así, nos podemos relacionar con él. Controlar el CHI  a voluntad, e interrelacionarse con él, es esencial en Tai-chi-chuan, y lo hacemos a través de varios métodos.

 Lo suyo es ahora subrayar que el que reconoce lo que sabe y no lo utiliza, es como el que tiene un tesoro oculto, pero no sabe donde. Y un tesoro que no se encuentra, no vale nada. Debe encontrarlo para que valga algo.

Dicho esto, parece obligado encontrarlo, ahora mismo sin esperar más. Me gusta ser práctico. Trate de experimentar una de las maravillas del Tai-chi-chuan, el “FLUJO DE CHI”, con un fantástico ejercicio que posee un valor añadido, el de poder realizarse en cualquier sitio, por ejemplo conduciendo:

El ejercicio de “FLUJO DE CHI” puede hacerse en cualquier lugar que permita poner presión a uno o ambos brazos, valga una mesa o una barra, o puede hacerlo en el volante del coche, mientras conduce.
Relájese a favor de un imperceptible suspiro descendente de respiración nasal y magnifique el relax con la sonrisa interior. Imagine que su abdomen es un cálido depósito de fluido, y como si de una bomba de agua se tratara, impúlselo virtualmente hacia los brazos con el poder de la intención. Los brazos se comportan ahora como una manguera expulsando un gran chorro a presión y rellenando todas las esquinas, mientras hace un poco de presión contra lo que este en contacto. Con un poco de práctica, sentirá vivamente el CHI.
Si frecuenta el “FLUJO DE CHI”, sus golpes tendrán una profundidad mucho mayor, debido a que la energía, en vez de detenerse en el blanco, lo atraviesa y se proyecta a lo lejos con mucha más masa de lo habitual.
Practique con usted mismo. Propínese un golpe moderado en una zona resistente, primero normal, queriendo golpear donde se ve el objetivo. Después, concéntrese en  el peso del brazo mientras se mantiene flojo, y atraviese el objetivo con el “FLUJO DE CHI”. El golpe ahora será poderoso.

Parece apropiado señalar en este momento que, se procure separar la paja del trigo y no confundir una causa final como lo es potenciar el portentoso CHI humano, a favor de magníficas técnicas de movimiento y visualización; con el idealismo estéril del tipo causa inicial, tan manida como es realizar en rosada inocencia, la fachada de una forma de Tai-chi-chuan tipo “el mono ve, el mono hace”, puro cartón piedrao en último término, no confundir con una causa intermedia como lo es la mejoría de la salud y la felicidad. En este último caso, podríamos convocar sin querer los espíritus de la maldición china del “mal del enfermo infeliz”. Que avisa acertadamente que el hecho de perseguir la salud y la felicidad nos aleja de ellas. Y por otro lado, casi sería como confundir el tocino con la velocidad, o querer pesar kilos con metros o medir metros con litros.

Pero como también hay asignaciones no causales. Le recordaré que antes del nacimiento, todos nosotros éramos un feto. Y antes, fuimos la unión del esperma de su padre y del óvulo de su madre. Pero y antes de que nuestros padres tuviesen esperma u óvulo, como cualquier criatura, emergemos de la “NADA”  que es el origen energético del que está hecho el Universo. Otra vez el común denominador de la potencialidad del VACIO, que del cero se auto-genera en la suma de opuestos. El vacío que también hay que crear de vez en cuando en la cabeza, imitando al Universo, para aparcar las obstrucciones del EGO con todas sus vanidosas satisfacciones, con quien el hombre tan común como ordinario, en el sentido de no liberado, se tiende a identificar. Y el mayor muro insalvable del  EGO, serán sus propias limitaciones, como las del hombre torcido que construyó una casa torcida...
             Nunca pude estudiar “Derecho”, dijo el jorobado de Notre Dame.
Conviene ahora matizar que el CHI se hace  patente cuando el cuerpo es permeable, por la relajación, a la sensación corporal y a lo que le rodea, ¡¡¡siempre y cuando no haya un EGO que le bloquee!!!

El EGO desaparece cuando nos damos un poco la espalda a nosotros mismos. Entonces es cuando uno mismo se vuelve como un fantasma, invisible   (de ahí que pensar en mejorar la salud, no haga más que evitar la propia salud. Mientras que hacer Tai-chi-chuan sin tenerla en cuenta siempre ha aportado enormes beneficios para la salud),   y sólo existe la espléndida tarea a realizar y el CHI que la mueve, libres de egoísmo. Pues, ante ese “despertar” tan liberador, aparece irremediablemente el PODER DEL CHI, sólo cuando “uno mismo es borrado”como un “valor añadido” en si mismo. Y es que, el Tai-chi-chuan siempre nos enseña a apuntar a las estrellas para alcanzar la mayor altura terrenal.

Bien es cierto que la gloria clara de la práctica marcial es cultivar el CHI, y hacernos sensibles al cuerpo y del entorno, incluido del posible adversario que tengamos enfrente. Entonces con un fantástico arte marcial como el Tai-chi-chuan, experimentará una hermosa armonía libre de conflictos. Y nos dará alas para integrarlo en nuestras vidas cotidianas y nutrirlas de bonanza, bienestar y felicidad.

No sin antes advertirle que el para ser dignos del portentoso CHI se necesita una preciada cualidad de los artes marciales como talPERSEVERAR.
El secreto del dominio del CHI:  ¡¡¡perseverar!!!
Como usted ya sabe y sino se lo recuerdo yo, hay un mundo entre la teoría y la práctica. El dominio del CHI, como cualquier dominio de cualquier cosa, necesita práctica continua. Y a propósito de esto, en la vida humana dos recalcitrantes conductas no consecuentes palpitan:

       Una predicar y no practicar, otra practicar y no predicar.

 Existe una tercera, practicar y predicar pero muy, muy escasa, en parte porque necesita de dos valores, saber y hacer, ambos en extinción masiva.
Siguiendo la línea que llevamos, me gustaría aclarar en relación al tópico, “del dicho al hecho hay mucho trecho”, que saber lo que hay que hacer, no es lo mismo que hacer lo que se  sabe, porque en realidad, saber las cosas es fácil, lo difícil es reconocerlas y no hacerlas.
Lo quees como tener dos caras.
 Como el caso en el que un policía le dice a un apuñalador de mujeres¾Pero hombre deje de darle puñaladas. A lo que responde el otro: ¾Pues que deje de llamarme asesino.
Tampoco decir lo que hay que hacer no es lo mismo que hacer lo que se dice ¾Entra un perfecto energúmeno a una librería y pregunta  ¾¿Oiga pedazo de mostrenco, tiene el libro que se titula como ganar amigos?

Me gustaría tenderle un puente de plata hacia muchas más cosas sobre el PODER DEL CHI, y uno de oro hacia la “armonía universal”.
pero lo cierto es que ya sería excesivo porque ahora toca asumir lo dicho. Todos queremos comprender tanto lo que nuestros oídos nos presentan, como lo que nuestros ojos nos enseñan,
 y querer desentrañar, sentir y opinar sobre estos misterios sólo con un aprendizaje vicario como la lectura,
es como el que se acerca al mundo musulmán y cotorrea del harén del sultán. Del cual, no habiendo visto más que el exterior,  ya queremos saber incluso, que  hace  el sultán con su favorita.
Artículo Original de FELIX BARGADOS.
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